lunes, 30 de julio de 2018

LOS MIEDOS



Los miedos que sentimos, ciertos o infundados, muchos o pocos, reales o no...

Vivimos con ellos, como podemos, dejándolos mandar nuestra vida o controlados... hay de todo y de todos.

En el taller de verano de escritura al que estoy asistiendo, he releído al gran Truman Capote.  Hay un ejercicio que se llama AUTORRETRATO, en el que se pregunta y se contesta a varias preguntas, que todo sea verdad o no sólo quién lo escribe lo sabe.

Os invito a que lo hagáis podéis sorprenderos.

Os pongo una de "mis preguntas"

¿A QUE TIENES MIEDO?


Una pregunta muy socorrida.

Tengo miedo, un gran miedo a la falta de independencia, lucho diariamente contra mi dependencia, hago más de lo que debo, para hacerme la ilusión de que puedo, de vez en cuando, estoy días en la casa, sin salir y sintiéndome tremendamente frágil. No quiero que me vean así!!!

Tengo miedo a la soledad, a estar condenada a no tener una mano o un abrazo.

Tengo miedo a la noche, cuando los ruidos de la calle cesan, vago por la casa, miro la calle, las luces de las ventanas, imaginando la vida que hay detrás de ellas.
Duermo con música ya que los ruidos de las casas, mejor diría, la voz de las casas, ya que ellas, hablan, a veces no me dejan conciliar el sueño.

Tengo miedo a dejar de sentir.
Tengo miedo a estar caída en el suelo y no tener a nadie que me levante.

Tengo muchos miedos, todos los meses tengo miedo en el hospital de día, mientras entra la medicación en mi sangre. O como ahora, probando nuevas medicaciones que me producen peligros añadidos a los que padezco.

Pero mis miedos están controlados, como mis fantasmas, nos acompañamos y al final seremos una misma cosa.



domingo, 15 de julio de 2018

LOS PIRINEOS



Hoy he leído una frase de Szymrorska: "Cuanto más denso se hace el bosque, más amplio aparece el valle de la evidencia.
Si hay alguna duda, el viento la disipará"

Y han venido a mi mente años de paseos por mis amados pirineos, caminar escuchando el trino de los pajaríllos, sintiendo sólo tu respiración o el crujir de las hojas y ramas al pisarlas, el olor del verde...el musgo, la sombría de los árboles, algún manantial lejano...todos ruidos que están grabados.

Como las visitas a los pueblos deshabitados, la zozobra que me producía ver las piedras de las casas, tiradas...la naturaleza ocupando lo que le habían quitado, me sentaba y escuchaba risas, las voces de las gentes que habían vivido en esos lugares y que por algún motivo las había llevado a salir de sus casas y no volver jamás, me asomaba a ventanas sin marco...aún se podían ver en algunas casas, algún objeto de cocina, como si hubieran salido con la idea de regresar y algo se lo impidió...

Sueño con mis paseos por lugares nunca antes caminados, Ibones, senderos, cascadas, bosques, pueblos, bordas, flores, arroyos...picos...y siempre con los ojos abiertos y los oídos para empaparme de lo que estaba viendo y escuchando, como si supiera que nunca más volvería a recorrer esos caminos y tendría que recurrir a esos recuerdos que forman parte de mi.

Ya no camino, ya no busco el frescor de la sombra de los árboles, ya no siento el frío de la humedad de la tierra, pero va conmigo cuando cierro los ojos.

A veces un sueño o como hoy una frase me hace volver al lugar donde fui feliz, sin saber que se acabaría.  Recuerdo cada caminata, cada ascensión, cada camino, cada parada, cada recorrido...era una mujer joven, sin hijos, embarazada, con hijos, con perro y en todas etapas fui feliz en la inmensidad de los Pirineos, a veces, muchas, siento la necesidad de volver, sé que nada ha cambiado, pero yo ya no soy la misma.

Tengo que seguir pensando en ellos en pasado y sentirme feliz por haberlos conocido y disfrutado. 

Ahora vuelvo en sueños...