LA ABUELA

El otro día leí en una revista una carta del último ganador del Planeta Javier Moro, a su abuela, me pareció preciosa, decía que ahora con el premio, le preguntaban muchas veces como se había hecho escritor y el en unas pocas lineas le hacia un homenaje a su querida abuela, una señora que cuando se quedo viuda a los 75 años, se lanzó a escribir, y ante el asombro de la familia, le publicaron la novela y hasta obtuvo un premio literario. A los tres años, cuando ella ya contaba 78 escribió una segunda novela que también recibió varios premios, en la que recopilaba muchos recuerdos de su vida, ya que siempre había escrito un diario.

Y con dolor recuerda Javier que en el año 1984, recibió una carta de su abuela en la que le decía que tenia muchas ganas de volver a escribir, porque su cabeza la sentía joven, “como antes de la guerra”, pero su cuerpo no parecía en la misma sintonia...Murió semanas después.

Y al final de la carta recuerda, que ahora le preguntan en muchas entrevistas por su primer libro, y él ha recordado cual fue: el que escribió una tarde lluviosa en Madrid, cuando tenia 9 o 10 años, su abuela le propuso escribir una novela al alimón. Una historia llena de fantasía y sentimientos que no llegó a las veinte páginas, pero la encuadernaron para que pareciera un libro de verdad. SU PRIMER LIBRO.

Esta emotiva historia me ha hecho recordar el gran papel que ejercen muchas abuelas, en la vida de sus nietos, les dan todo, su amor, su tiempo, su sabiduría, todo...

Yo no he tenido abuelas, bueno, una murió cuando era pequeña y la otra nunca nos hizo sentir ni a mi primo ni a mi el menor sentimiento de ternura ni de nada, es duro, pero verdadero.

Por eso cuando veo a mis hijos, que han tenido la gran suerte de tener una abuela que los ama incondicionalmente, les comprende, les escucha, siempre tiene tiempo para ellos, y ahora incluso vive con ellos, me parece que son muy afortunados. Es la abuela que yo siempre quise tener.

Les digo, que la disfruten mientras la tengan, que es muy importante, conforme yo me he ido haciendo mayor, la he ido entendiendo mejor, se trata de mi ex suegra.

Hoy he hablado con ella, es la madre que a mi me hubiera gustado tener, por eso me gusta que sea la abuela de mis hijos.

Me decía que esta cansada de vivir, pero nunca dando lástima, si no con un tono de voz realista y nada lastimero, que se ha quedado sola, se han ido, su madre, su tía, su hermano y su marido, casi todos a la vez, y yo le he contestado que sigue siendo muy importante, que tiene a sus nietos, que mi separación fue menos dolorosa porque sabía y sé que viven con ella.

Que es muy importante para ellos y que tiene que seguir haciéndoles la vida más fácil, con su amor, como lo ha hecho siempre.

Aunque mis hijos, ahora ya más mayores, no lo entiendan ahora, o no del todo, cuando crezcan más y tengan sus propios hijos, sé que su abuela formará parte muy importante de sus vidas, porque la nombrarán y les hablaran de ella, y entonces, seguirá viviendo en los recuerdos de esos niños que no conocerá...

Lo mismo me ocurrió a mí, cuando conocí a su madre, la bisabuela de mis hijos, Me trató desde el primer momento en el que me conoció con todo el amor que yo jamás había sentido.

Siempre fue la abuela querida, incluso para mí, que hacia muy pocos años que la conocía, se hizo tan querida. Mi hijo llegó a conocerla, aún recuerdo, sus ojos cuando lo cojió en brazos...

pero murió cuando era pequeño y tiene algún recuerdo. Mi hija no la conoció pero la nombran y la recuerdan porque siempre les he hablado de su carácter, de su amor infinito hacía su familia, de lo feliz que le hizo ser bisabuela y de la alegría que le habría producido conocer a su bisnieta..

No se ha ido porque vive en el recuerdo de mis hijos, gracias al amor que nos supo dar a todos los que la conocimos.