jueves, 5 de mayo de 2011

DESDE LA SERENIDAD

A LOS QUE ME HAN UTILIZADO.
A LOS QUE NO ESTUVIERON.
A LOS QUE ME DEFRAUDARON.
A LOS QUE ME JUZGARON Y CONDENARON.
A LOS QUE YO CREI, QUE LES IMPORTABA.
Y A TODOS LOS DEMAS (ESOS QUE SIN CONOCERME SE HAN ATREVIDO A OPINAR)


Con la serenidad que da el tiempo, no ya desde la amargura y el dolor, porque estos ya pasaron, si no con la perspectiva que da la distancia, pero sin olvidar a todos los que me cargaron una culpa que no fue mía o al menos, no solo mía.

¿Porque no pude vivir mi vida, sino la de otros?
¿Porque no importaba nada lo mio sino lo de los demás?
¿Porque nadie me preguntó que quería, que me pasaba?
¿Porque siempre fue más importante lo de los otos?

No importe nunca a nadie por lo que era, sino por lo que hacia por ellos, para quitarles trabajo, responsabilidades, y pudieran hacer lo que quisieran. Nunca fui preguntada por lo que yo quería hacer solo tenia que seguir lo que hacían los demás, los otros, los que importaban.

Fui un mero accesorio, una utilidad, un propósito, casi un mueble, en una vida y una casa que nunca me pertenecieron. Me he sentido vacía, despojada, humillada, sola...

Trataron de quitarme todo, cuando yo no quería nada, solo formar una familia, tener un hogar, algo que si no lo quieren dos personas, nunca puede ser.

Durante muchos años me engañé a mi misma, y a todos, sonriendo y fingiendo una felicidad que nunca existió.

Fueron años duros, muy duros, salvo por mis hijos, ellos fueron y son lo único que me salvo de la desesperación más absoluta

Pero aún faltaban los peores por llegar, los de mi enfermedad.
Cuando fui diagnosticada, mi mundo, mi vida cambió, se derrumbó, y no quisieron estar a mi lado, el sentirte acompañado y comprendido hace que te sientas afortunado, y yo no tuve a nadie.

Y no contentos con lo que tenia, me obligaron ha tener más trabajo, obligaciones, no me dieron un reposo, una tranquilidad que mi estado de salud requería. Y aún con todo, a costa hasta de mi salud, lo hice.

Pero llegó un momento, largamente, meditado, y pensé que no podía seguir así.

Ana M.ª Matutes, por fin, Premio Príncipe de Asturias, dijo en una entrevista que durante su separación, se convirtió en una persona mala, la actitud de los demás hicieron de ella otra persona,alguien que ni siquiera ella reconocía.

Estoy completamente de acuerdo con ella. A mi ocurrió lo mismo, me había convertido en alguien que no quería ser. No quería que el desamor, la frialdad, la intolerancia y la indiferencia de los demás hacia mí, me hiciera más daño.

Una vez anunciada la separación, me hicieron un juicio mediático, pensé que en estos días no podía ocurrir, pero si, me condenaron al olvido, con su actitud e insultos.

¿Quién son ellos para hacerme ese daño ?

¿Qué les he hecho yo?

Tratarlos con educación y cortesía durante más de 30 años, y en algunos casos con cariño, porque los apreciaba de verdad.

Muchas veces tuve la tentación de coger el teléfono y llamarlos para pedirles explicaciones, pero la intención, ya pasó, y me doy cuenta que fue lo mejor. El tiempo pone cada cosa y a todos, en su sitio.

A mí me ha colocado en el mio, tranquila, feliz, querida y sobre todo respetada.

Tengo un trabajo que me satisface enormemente y me siento valorada, algo que nunca antes ocurrió.

Y esto es lo que no me han perdonado los mezquinos, envidiosos...
Hay una cosa que me ha dolido más, que sean ellas, las mujeres, las que más duramente me han tratado, en vez de comprenderme, me han machacado, con sus comentarios e insultos.

He llegado a la conclusión de que me tienen envidia, porque ellas en su mayoría, están estancadas en una vida que no les satisface pero que no tienen el valor de tratar de cambiar. Se aferran a un lugar en la sociedad, a un dinero, un estatus, que no es el suyo, pero que les permite vivir creyéndose importantes, por lo cual, seguirán tragando...

A vosotras os digo que lo único que de verdad importa es la dignidad, yo nunca jamás la he perdido, pero algunas nunca la habéis tenido.

Por fin me he dado cuenta que no sois mis amigos y me alegro. Cuando os necesité no estuvisteis y los amigos se necesitan más para llorar, porque para reír, vale cualquiera.

2 comentarios:

La yaya asumpta dijo...

Hola,Isabel!Soy Maria Asunción Royo Ubau vivo en Zaragoza nacida en Calecena!.Encantada de conocerte aunq sea por estos medios,,Y,TMB GRACIAS A TU HIJO Y A ENCANTO DEL MONCAYO!Felicidades x tu blog!!Uff,ya tienes una segidora!!Lo ire leyendo poco a poco,PORQ SE ME AMONTONA EL "TRABAJO"JAJA!!!Y,vaya temitaas que escribes maña!Me gustan!Como la vida misma!Ya,te ire contestando,a todos ya,,Lo poco que he leido me has emocionado!Y,te dire:Que vivas tu vida! Que te mejores eso lo 1º!! Y, que le den x culo a sea mala gente..(Perdoname pero con las injusticias no puedo,(y soy muy clara)La gente no vive con nosotras,,y esq se mueren de la envidia,porq les gustaria ser igual!!.Tú p´lante y,como decia la pantoja dientes jajaja!!!Recibe un abrazo de la yaya Asumpta!Asi es como me llama mi nieta jaja!!Bsos

Javier dijo...

Las cosas no hay que ponerlas donde estaban, sino en su sitio.