En esta comunidad de vecinos, grande,
pero sin alteraciones, vecinos de siempre, ahora ya la mayoría
mayores, algunos con nietos, no ha habido grandes problemas, la gente
suele ser educada, no hay intimidades, excepto con un vecino que
tenemos una relación más especial, pero el saludo, hablar del
tiempo, la amabilidad, si sabes que alguien no se encuentra bien,
preguntar, esperar cuando llegas al ascensor es lo que hace que en
esta pequeña jungla que se llama ciudad y una comunidad grande, la
vida sea mejor para todos.
Tenemos portero, y nunca hemos tenido
problemas pero ahora las cosas están cambiando y no para bien.
Vecinos mayores, que han fallecido, sus herederos, con la crisis, no venden el piso y entonces que hacen? Alquilan, y como los alquileres tampoco están muy bien, los alquilan a cualquiera. Y aquí empiezan los problemas que nunca habían existido.
Hay una vecina que cada vez que tiendes sale a la ventana y te insulta, olvida que todos podemos tender, y sí esta debajo tiene que aguantar que le caiga el agua si tiendes ropa mojada, lo que haces es bajar y decirle que si tiene la ropa seca que la quite que vas a tender, pero no te abre la puerta y entonces no puedes hablar con ella. Cuando la ropa esta seca, te insulta igualmente...
Después de varias quejas e insultos, el portero ha intentado hablar con ellos sin obtener resultados. Así que el otro día decidí a llamar a la dueña del piso, le expuse el mal comportamiento de sus inquilinos, con los vecinos que vivimos encima de ellos, tres pisos, su contestación fue clara: a mi me da igual, como me pagan y me pagan bien, no les voy a decir nada, no sea que les sepa mal y se vayan...ante esa contestación solo nos queda denunciarla porque no los tiene legales, eso se hablará en la próxima junta. Mientras el día que quiere, se asoma y por su boca salen insultos con todos los calificativos...
Y la última es otro piso en el que han entrado a vivir tres familias, llenas de niños pequeños...eso es un caos, cojen el ascensor y no lo dejan, tiran cosas por la terraza, tiran papeles por el patio, manchan los cristales con chicles, el portero les ha dicho de todo a las madres, pero fingen no entender.
Los sábados tienen tantas visitas que se salen a la escalera y allí en un rellano muy grande que tenemos en cada planta, abren las ventanas y celebran sus fiestas, a las cuatro de la mañana, varios vecinos han salido a quejarse, pero no llamamos a la policía, les seguimos dando otra oportunidad de saberse comportar.
El dueño, llamado por el Administrador de la finca, le dijo lo mismo: como me pagan...
Y la guinda del pastel es la que me puso la semana pasada una vecina de esas que están hacinadas en un piso, menos mal que en nuestra luna y rellano, estamos casi todos los vecinos de siempre, y unos alquilados de un país del este, que son extremadamente educados.
De las pocas veces que salgo a la calle, cuando volvía de comprar el pan, estoy esperando el ascensor, y cuando la puerta se abre, me sale automáticamente, saludar, o bien buenos días, buenas, hola, buena noche...era una mujer joven y no me contestó, me cerró la puerta en las narices y se fue, y comenté: si no le digo nada le habría sabido mal...y tan mal que le sentó mi coletilla, se volvió, vino hacia mi y mirándome a los ojos desafiante me dijo: vete a la mierda, y yo que soy muy lenta de contestación, le contesté que allí se fuera ella, que parece ser que la conocía muy bien. Estuve rápida...
Unos son españoles otros son de un País africano, no es cuestión de raza, es de educación y eso esta visto que no conoce razas, colores ni religiones, ni políticas, ni nada, se tiene educación o no se tiene. Y en estos dos casos, no la conocen.
Menos mal que la inmensa mayoría sigue siendo correcta, si no no podríamos ni vivir, excepto metidos en nuestros pisos y salir casi con miedo a las escaleras y usar los servicios comunes, ¿Qué futuro nos espera como no cambie el panorama...?
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