martes, 29 de noviembre de 2011

PATIO DE VECINOS (FACEBOOK)



Hace unas semanas, en una revista que entregan con un periódico de tirada nacional, venia este articulo, que os escanea Antonio, yo aún, no sé como va esto, o es pereza, como él lo hace...

La escritora Julia Navarro, con una pedantería rayando la mala educación, nos habla de las nuevas tecnologías, que a ella “solo” le sirven para buscar documentación y vender sus libros haciendo publicidad, todos podemos verlos en la red...

Pero nos quiere dar una lección de estar por encima de las personas que estamos en facebook, solo por el placer de estar y hablar...que no es poco, al menos para mí.

Jamás me atrevería a criticar a nadie por sus aficiones, simplemente o las comparto o no, así de sencillo, esta escritora a la que he leído y tengo libros suyos, (ahora desde luego a perdido a una lectora), por insultarme, porque me siento insultada.

Quién se cree ella? Quién es ella?
Se sorprende que hay gente que dedique un minuto, no ya lo que le dé la gana, de su vid, a contar chismes, o ha decir como le ha quedado la comida...

Ella con su gran sabiduría dice que las Redes son un lugar maravilloso para descubrir valores...

Pues bueno, quiero decirle a esta señora escritora, con todo el respeto, que no me considero ni menos culta ni menos educada por estar en una red social que a mí, como me imagino que a muchos otros, nos llena, nos distrae, o nos mantiene en contacto, si no no estaríamos en ella.

También quiero decirle que mi vida no es insulsa, y que no necesito hacerla publica para darme más importancia...esta señora esta confundida.

Nos insulta, creyéndose por encima de todos nosotros, cuando nos llama “PATIO DE VECINOS”, despectivamente, esta señora igual vive en una urbanización de lujo donde no tiene vecinos...que pena, me da. A mi me gusta tener vecinos, con lo bueno y lo malo, pero me gusta tenerlos.

También quiero decirle que he encontrado en Facebook, gente maravillosa, encantadora, culta, alegre, educada, concienciada, lectora, apasionada, algunos, muy pocos, son los que he eliminado, no me aportaban nada.

Quizá ella tenga una vida maravillosa, pero otros muchos la mayoría tenemos una vida normal, trabajamos, (cada vez menos) nos contamos nuestras pequeñas alegrías y penas, y conversamos un poco, quitándonos en esos ratos pensamientos que quizá nos nos aportarían tanto como estar conectados con unos y otros, charrando, unas veces de cosas sin importancia y otras de algo mucho más serio.

También le quiero recordar a esta señora escritora, que hay mucha gente enferma, que no puede salir lo que quisiera, ni puede trabajar que su mundo sería muy cerrado, si no fuera porque abre esta ventana y entra en los hogares de todos los que estamos conectados...

A mi, personalmente me ha cambiado la vida, por motivos que no vienen al caso, salgo poco, y con este espacio tengo más entretenimiento.

Comparto artículos de opinión, comparto música, lecturas, películas...comparto vida, porque la vida, nuestra vida, la de todos los que nos movemos por el Facebook, es eso, vida, no insulsa, si no vida, con todo lo que lleva.

Yo me quedé gratamente sorprendida, cuando este verano tuve una gran perdida en mi familia. Quiero decirle a esa señora escritora, que tuve más apoyo en gente que no conozco personalmente que en amigos que creía amigos. Con mis amigos del face, estoy todos los días hablando, sabemos cosas cotidianas, nos saludamos, nos echamos en falta cuando alguno lleva unos días sin aparecer y entonces, le ponemos un privado...son cosas que ella, la señora escritora, creyéndose por encima de nosotros, jamás descubrirá ni disfrutará.

Me habéis proporcionado vuestro tiempo, algo que no se puede pagar con nada, escucháis mi voz, a veces alegre, muchas veces triste, os cuento mis paseos, mis lecturas, parte de mi vida, como vosotros hacéis con la vuestra, siempre con el mayor de los respetos, y quiero deciros que me gusta que seáis mis compañeros de facebook

Quiero decirle que me encanta mi PATIO DE VECINOS, y sacar la cabeza y deciros: Cuadrilla, estoy encantada de haberos conocido y de compartir parte de mi vida con todos vosotr@s.

A la señora escritora que la tenía añadida en una página, la he borrado.

P.D. He tenido que dividir la imagen para que se pueda leer bien.




miércoles, 16 de noviembre de 2011

LA CIUDAD


Diréis que soy una pesada, porque escribo siempre de lo mismo, pero es lo que me a mi me sucede, puede que os parezca aburrido, cursi, no sé, cuantas cosas más, pero es que mi blog, esta pensado como una especie de diario personal donde escribo mis pensamientos, estados, situaciones...También podría hablar del último articulo leído el domingo en el País, sobre Noruega, que me encantó, y que hoy comentandoselo mientras comíamos a Antonio, me ha dicho podríamos emigrar allí? Yo le he confirmado que no, que nosotros los de España solo podemos emigrar al Sur, que es el único lugar donde nuestras exiguas pensiones, los que las tengan, no es mi caso, les pueden permitir vivir un poco mejor que aquí...

Bueno lo de la ciudad viene porque hoy en mi paseo, no sé porque me he ido por el camino del rio, cuando he llegado abajo, que no sé como no me he caído aún con la muleta, ya no se veía, solo se oía el azud del rio y se olía a ese olor tan característico de la tierra con las hojas húmedas...Luego al pasar por casa del primo de Antonio, ha coincidido que él estaba mirando por la ventana, y yo he levantado la muleta en señal de saludo, y él me lo ha devuelto, me ha conocido, me imagino que es porque nadie más pasea a esas horas, habrá dicho ahí va la mujer de mi primo...vaya pintas, con un chaquetón precioso azulón, y las botas y la muleta...jajaja

Lo del título, la ciudad, viene porque tengo un temor, bueno, dos, el de que Antonio, no se adapte a vivir en la ciudad, es un hombre de lugares solitarios y tranquilos. Yo le he enseñado el barrio donde he nacido y me he criado, Las Delicias, y donde vivían mis dos familias de abuelos, La Ciudad Jardín, los que seáis de Zaragoza, ya sabéis que lugar tan fantástico, un pueblo dentro de una ciudad, los que no, imaginaos todo casitas con jardín, en calles tranquilas, llenas de arboles, alrededor de una Plaza, un sitio único. Lástima que la casa del abuelo ya no este en la familia...y ahora comprar una es prohibitiva... a Antonio le gusta mucho esa zona, y también le gusta donde vivíamos antes, enfrente del Parque de las Delicias, antes Manicomio, ya sabeis donde no? Ver desde las ventanas del piso de una ciudad un parque y sus cambios de estación, es maravilloso. Oír los ruidos de los niños jugando, ver la gente pasear, los perros, todo invita a sentirte un poco menos en el asfalto y más en la naturaleza, pero mis padres vendieron el piso y se mudaron a otra parte del barrio, más moderna, al lado de la Pza. De la Ciudadanía, toda vida, llamado el Paso a Nivel...por lo de las vías del tren, ahora esta a 5 minutos de esa Obra maravillosa que nos legaron los árabes, La Aljaferia, un lugar ahora recuperado y bonito para pasear.

Pero las ventanas del piso se parecen a la película de Hitchcock, “La ventana Indiscreta”, dan a un patio interior muy soleado y tranquilo, pero desde donde no se ve la naturaleza. Pensar vender el piso y comprar otro en otra zona sería una solución, pero mejor no intentarlo, porque tengo vecinos, que ya no saben cuanto bajar el piso, con garaje y calefacción...

Ahora cuando vayamos más días quiero enseñarle otros lugares de mi querida Ciudad, el Barrio del Gancho, de donde procedía la familia de mi madre y fueron todos bautizados en su preciosa Iglesia, la de San Pablo, o como es conocida popularmente, la Del Gancho.

Quiero llevarlo a la Pza. Santa Marta un domingo por la mañana, y sentarnos en una mesa a ver pasar la vida.

Quiero que vea la Pza. De Los Sitios, un lugar que a mi particularmente me gusta mucho, quizá porque se encuentra el Museo que tantas y tantas veces he visitado.

Hay tantos y tantos lugares que quiero que vea a través de mis ojos...pero no sé si serán suficientes para que no sienta añoranza de este, su lugar, Albarracín. Yo sé que nada sustituirá su querida Ciudad.

Yo no estoy tan apegada a ningún sitio, por motivos familiares, he vivido en 5 lugares distintos en 20 años, lugares, pueblos todos ellos pequeños. Pero tengo una gran capacidad de adaptación al lugar donde vivo, eso sí, en cada uno de ellos he llevado mis cosas, muebles, libros, fotos, todo, me gusta sentirme en casa, fuera puede ser cualquier sitio, pero dentro es solo mio, es el hogar que he creado, en todos los sitios que he vivido.

Sé que ocurrirá lo mismo con Zaragoza, haré un lugar para vivir acogedor, hogareño, cálido..., pero también me embarga un temor, aunque mucho más pequeño que el de Antonio, y es el que he idealizado mucho, quizá demasiado, mi ciudad, Zaragoza, tengo que pensar que hace más de 30 años que no vivo allí, voy regularmente, pero no vivo.

Todo ha cambiado, el lugar en el que tenemos el piso, los vecinos, amigos que no veo y que ahora ya no podré recuperar porque no tenemos nada en común...

No sé si las distancias de la ciudad podré llevarlas bien, con mi minusvalía, me canso mucho, no puedo coger el trasporte público sola.

No sé si no llegará a agobiarme a mí también, el haber vivido tantos años fuera , y ahora la vea, una vez dentro de ella, como algo solitaria, inhóspita, impersonal...

Ahora en este momento de mi vida, no puedo elegir, voy a cuidar de mi madre, lo que pueda, yo que no puedo mucho, pero mi padre se fue...y yo quiero que mi madre no se sienta tan sola, ahora, sinceramente es lo único que me impulsa a irme a vivir allí, el querer hacer lo que no pude por mi padre.

Una vez allí, cuando sea, ya os iré contando...



P.D.- Aquellos que tengáis curiosidad por saber algo más sobre la Historia del Barrio del Gancho os pongo, este enlace:

martes, 15 de noviembre de 2011

LA AMISTAD


Hubo un día, en que sin buscarla,
entre una luz cargada de letras,
apareció una amiga.
Y el cariño, acortó la distancia que nos separa.
Entendí sus palabras, le regalé las mias.
... Y casi sin notar que avanzaba entre las multitudes
maratonianas de la vida,
se me hizo presente, en el contidiano mundo,
necesaria...
BUENOS DÍAS ISABEL!!!! Besos y versos... por y para tí...
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La vida te da sorpresas y la mia me ha dado una inesperada y preciosa, encontrarte a tí, por medio de una pantalla de ordenador, fria y en cambio hemos sabido descubrirnos, con toda calidez, nuestra sensibilidad .Gracias.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

ALBARRACIN




Estos últimos días paseo por Albarracín, yo sola, Antonio e Ibón quieren acompañarme, pero yo les he dicho que quiero ir sola...tengo mis motivos.

Estoy despidiéndome de Albarracín, en unos días dejaré de vivir aquí. Otro día escribiré sobre lo que ha significado este lugar en otros aspectos de mi vida, pero hoy escribo sobre el paisaje, el caserío, las calles, las luces, los ruidos...

Nunca he vivido en un lugar donde haya visto tan de cerca las Estaciones del año. El duro y crudo Invierno, con las heladas y la nieve, el ruido que hace al pisarla, y lo precioso que es ver caer los copos desde la ventana, cubriendo todo, anulando los colores y amortiguando los ruidos. La Primavera con la explosión de los colores de las flores, el vestirse de los arboles, el Verano, maravilloso con sus olores y las tonalidades de verdes infinitas y el para mí maravilloso Otoño, ves como se desnudan los arboles, ves que el suelo se tamiza con una alfombra de hojas amarillas, rojas, naranjas...

Cuando paseo por el rio, igual ves cambiar sus orillas, ves crecer la vida, las truchas, los cangrejos, los mosquitos, las mariposas, los trinos de infinidad de pajarillos... y ahora empieza el silencio, viene el frió, se acortan las horas del sol, pero no pierde belleza, se trasforma.

Me gusta pasear y oír solo mis pasos, no cruzarme con nadie, soñar que Albarracín, solo me pertenece a mí, al menos durante mi paseo, hoy precisamente, después de un fin de semana de mucha gente por la Ciudad, he vuelto a recuperar el silencio, no me he cruzado con nadie, no he oído nada, excepto el hablar de los arboles cuando me acercaba al río.

Mi mente ha volado y quiero creer que me hablaban a mí, que me decían que me echaran en falta como yo a ellos...ya los añoro y aún tengo la suerte de verlos desde la venta y los escucho de día y de noche, siempre que presto atención.

Es como el ruido del agua, me fascina, siempre te acompaña, nunca deja de oírse, no molesta, te mece, te relaja, te habla...si sabes y quieres escuchar.

Cada día recorro una parte de la Ciudad, como queriendo impregnarme de todos sus rincones, pero tengo mis preferidos, a los que vuelvo siempre, forman parte de mi paseo diario, nunca me canso de ellos. Cada día son diferentes, depende de la luz y de la hora en la que pasees.

Desde que a cambiado la hora, se hace de noche paseando, me gusta, he perdido el miedo que tenia de ir por la calle yo sola, antes vivía en un lugar con mucha inseguridad, me gusta ver como se van encendiendo lentamente las luces de las farolas y llega la noche.

Un momento antes, es la hora mágica, hoy me ha pillado justo cuando daba la vuelta por la carretera, en la curva de Santa María. y me encuentro de frente con todo el caserío de Albarracín, protegido por su muralla, con las luces de las farolas alumbrando tenuamente y sin irse la luz del cielo. Si pudiera elegir un momento de todo mi paseo me hubiera quedado con ese. Seguro que nunca lo olvidaré. Si supiera pintar, lo plasmaría en un lienzo, y no llevaba la máquina de fotos, confiaré, en mi memoria y sé que mientras la tenga, jamás olvidaré este momento que he vivido hace un rato.

Hace un poco más de 2 años que vivo aquí, y antes de vivir conocía Albarracín, lo admiraba, pero no me sentía parte de él. Ahora, no sé porque lo siento así y sé que siempre formará parte de mi vida.

He mirado la Muralla y la he visto solitaria, hoy no había turistas por sus paredes, hoy no le han hecho fotos, estaba allí majestuosa, solo para mí. Me gusta que la gente venga y la admiré, pero me gusta que se vayan y quedarme sola en mis paseos, con toda la Ciudad para admirar y sentir, sin voces, sin ruidos, sin gritos, solo dejando que la Ciudad hable, que cuente sus días, sus horas su historia...


Todos pasamos y nos vamos pero Albarracín, permanece, siempre estará aquí para futuras generaciones, pensar que estoy rodeada de tanta historia, me fascina, me siento pequeña, nuestros años no significan nada para ella, la Ciudad, que tiene tanto por contar, desde el principio de los Tiempos, hasta nuestros días, cuantas cosas han pasado por estas cuestas...

Tengo que dar las gracias a Antonio, no sería justa si no lo hiciera, él que ha nacido y vivido aquí, aparte del gran amor que siente por su Ciudad, me ha enseñado rincones que yo aún habiendo venido muchas veces, no conocía, también es cierto que yo venia con la horda de turistas y tampoco había escuchado a Albarracín, todo lo que tiene que decir, que es mucho, solo tienes que abrir los oídos y escuchar.

Ahora que se hace pronto de noche, me gusta ver las ventanas, con los visillos de ganchillo, con la luz detrás de ellos, y oler y ver salir el humo de las chimeneas, Albarracín, huele a Invierno, pero es un olor maravilloso.

En casa, esta casa que ha significado para mí muchas cosas, también hay ventanas con visillos de ganchillo, hechos por la abuela de Antonio, María, (la morena), es un pequeño homenaje a ella, que yo no he querido borrar, vivo en su casa, pero ella sigue presente en algunos detalles, no solo en los recuerdos de su nieto.

muchas noches antes de acostarme, me asomo a la ventana de la calle, no a la del parque, y miro las casas, veo las sombras que hacen las farolas, no hay nadie, somos los únicos vecinos que viven en esta parte de la calle, veo las casas, ahora, ya pasado el verano, vacias, las contraventanas cerradas, pero me gusta. Me acuesto tranquila, me gusta escuchar el silencio de la noche, solo alterado, alguna vez por algún gato, y sobre todo me gusta ver, la luz de un farol que tenemos justo enfrente de la cama, que ilumina toda la habitación, siempre me acuesto y nunca cierro los postigos, me gusta dormirme viendo el farol y la luz que juega con los rincones del cuarto, cuando Antonio viene a dormir, él se encarga de cerrar las contraventanas. Tengo que contaros que nuestra habitación es en laque nació Antonio, y dormimos en la misma cama, preciosa, tanto que aunque sea algo aparatosa, le he insistido para llevárnosla y tratar de crear un poco de esta atmósfera que tanto me gusta, en el lugar en el que ahora vamos a vivir. Es curioso un día le dije a Antonio lo que me gustaba la luz del farol y él me dijo que cuando él era niño también le gustaba y le atraía esa misma luz y ver el farol desde la cama, lo mismo que me ocurre a mí. A los dos nos ha fascinado .

También me gusta madrugar y ver las primeras luces, como viene el sol y empieza a llenar las calles de luz. Me gustan los días nublados, cuando el rosa de las fachadas de las casas parece que cobra vida, me gusta cuando llueve, su olor, el ruido de las canaleras, ver bajar el agua por estas cuestas, por un lado, si viene de las Murallas el agua es de color blanco, y cuando viene de color rojo es de la Sierra, llenando el rio de más Vida.

Me gusta, me gusta...podría seguir escribiendo mucho más, pero voy a dejarlo.

Los motivos que me llevan lejos de Albarracín, no anularán ni el recuerdo, ni los olores, ni los colores, ni nada de este maravilloso lugar, sé que cada día de mi vida que no este aquí añoraré algo de este lugar. Gracias bendita memoria, mientras no me dejes, nunca te olvidaré, Albarracín.