sábado, 29 de junio de 2013

LAS MALAS INTERPRETACIONES

 

Hace unos meses me ocurrió algo por decirlo suavemente, desagradable. Acababa de dar entrada en mi face a unas personas, familia, que dicen que es peligroso...pero bueno...personas que no me conocen, que no han querido conocerme pero que no obstante por la influencia de otras personas que tampoco me conocen opinan y se creen algo de mi, opinión completamente equivocada.

Escribí un comentario, sobre unas personas que entraban en mi muro, sin decir nada, copiaban, pero les pedía amistad y no me la daban...solo querían saber de mi pero que yo no supiera nada de ellas, personas que pertenecen a otra época de mi vida, a gente que se quedó en el camino, por su elección, no por la mía, porque mis sentimientos hacia ellos siempre fueron sinceros, y que en su día me hizo daño su comportamiento, pero una vez superado, escribí la entrada en el blog.

Pues me sorprendió que esta gente (familia) que vuelvo a decir no me conoce, se diera por ofendida, me pusieran verde, llamaran a otros familiares, montaran en cólera, yo fui insultada y no escuchada, traté de decirles que ellos no son el ombligo del mundo, que mi vida, afortunadamente no gira alrededor de ellos porque si así hubiese sido, mal me hubiera ido, porque no he recibido NADA de ellos, ni llamadas, ni apoyo, solo críticas y dimes y diretes, algo que no soporto.

Repito una y otra vez que me gusta decir las cosas claras, que si me haces algo, te lo voy a decir, no emplearé insultos ni mentiras, no es mi estilo.

Nada, no quisieron escucharme, he sido juzgada y condenada al olvido, antes de que me bloquearan, hablé con las dos personas en cuestión y les dije por activa y por pasiva que yo tenia una vida antes de conocerlas a ellas, que lo que yo digo no tiene que ser para ellas, que ellas son una anécdota muy pequeña en mi vida, no las conozco, no sé nada de ellas, ni ellas de mí, no ha habido tiempo, no se han dado las circunstancias, por mucho que incluso, pedí perdón por si las había ofendido, cosa que no había hecho, pero por el bien “familiar” lo hice, no sirvió de nada.

Me han bloqueado, me ignoran, y sé que me critican con otras personas. ¿Sé puede ser más malo?

Lo primero es mentira y lo segundo las malas sois vosotras, por malpensadas y tan cerradas de cabeza como de corazón.

Lo que siento es que con vuestro comportamiento una tercera persona esta sufriendo...porque lo que es a mi, poco mal podéis hacerme, cuando no siento nada por vosotras, solo podía haber sido algo bonito, pero que no fue...y nunca lo será, si algún día se produce un encuentro, cosa que dudo, será tirante, desagradable, al menos por mi parte.

Soy la persona que he sido ofendida, y a la que no han pedido disculpas.

Ahora el silencio y los malos entendidos, que no soporto se apoderan de las relaciones, por otro lado inexistentes.
 
Todo el mundo tiene derecho a explicarse, los demás están en el derecho de no creer en tus explicaciones, pero que no digan que son mentira, porque no pienso tolerarlo lo combatiré, delante de quien sea y con quien sea, es la verdad, y verdad solo hay una, aunque ellas crean a otras personas que como he dicho ni me conocen ni jamás me conocerán.

Cuando estas cosas suceden pienso en lo corta que es la Vida, y a veces, muchas, dura, y las zancadillas que muchas personas se dedican a poner en la vida de los demás. Con lo fácil que es vivir y dejar vivir.

Nunca deseo nada malo a nadie, pero si se sintieran como nos sentimos muchos, lo que menos tendrían ganas seria de reñir.

La Vida, hay que vivila lo mejor que podamos, y si la gente que tienes te la hace difícil, déjalos.

Durante unos meses mi salud se ha resentido y es que me pasó factura el estado de nervios que me produjeron estas personas, ahora estoy más tranquila, más sosegada, a ellos no les importo porque si no no me abrían hecho daño gratuitamente, no obstante mi posición siempre es la de hablar pero no volvere a dejarme insultar, eso jamás.

Si alguna lo lee, ya sabe lo que tiene que hacer, saben donde estoy y vuelvo a decir que no he mentido en nada y que hay mucho más que no saben y lo que saben no es la verdad.



 

miércoles, 26 de junio de 2013

LLEGA EL VERANO



Cuando las personas no tenemos trabajo, nos da igual el lunes que el domingo, y el otoño que el verano...las estaciones igual que los días de la semana no tienen el mismo significado que cuando uno lleva el ritmo del trabajo, y me refiero en personas en edad de tener trabajo.

Mi ritmo lo marca ahora el curso universitario de mi hija, y ayer terminó, así que han “empezado” mis vacaciones...se acabaron los madrugones, aunque no me levanto, la oigo, que se ducha, que almuerza, que se va, los horarios “raros” de comer, hoy a la 1 mañana no vuelvo hasta las 3.

Ha pasado el curso universitario que para mi tiene un especial significado, porque ha sido un año con una enfermedad de mi hija unida a la mía, muy difícil de llevar, y no obstante, cuando a podido a asistido a clase y cuando su dolor le impedía salir de la cama, los compañeros le han traído los apuntes, y gracias a Internet, ha hecho trabajos, y los justificantes del médico cuando no ha podido ir a clase también han jugado un papel importante en este año.

Año pasado, ahora llega el verano, aunque climatologicamente no esta presente, ella ya tiene sus vacaciones preparadas, y sus clases de repaso porque evidentemente en Septiembre le esperan materias, pocas, para lo que pensamos que le quedaría cuando empezó el curso estando ingresada en el Hospital.

No podemos olvidarnos, porque todos los días la medicación y los dolores están presentes en nuestra vida, pero ahora ya sin la presión de las clases espero y deseo que recupere, si no, peso, que han sido muchos kilos, si fuerza, para seguir con su lucha diaria.

Desde los 14 años ha salido de casa, fuera, pero este año, tenia programadas unas vacaciones a Portugal y sentí mucho miedo, me da miedo que salga y se ponga mal, estando lejos de casa, es algo que creo que es normal, pero no se lo digo, no puedo ni debo dejar que mi miedo anule su vida, al contrario, la animo a que salga pero que lleve sus horarios, sus controles, su medicación, sé que es difícil, y también sé que tiene que aprender en su propio cuerpo a no seguir los ritmos y pagarlo, pero no se lo puedo evitar.

Así que como nosotros no salimos de vacaciones por diversos motivos, pasaremos el verano en la ciudad, relajaremos los horarios, pasearemos, estaremos más ratos en esa terraza cerca de casa que nos gusta y trataré de leer más que en estos meses pasados que mi cabeza no podía retener mucha lectura.

Eso me gusta, veo los libros pendientes y me imagino tardes calurosas, si llegan, con el ventilador del techo encendido y esperando que baje el calor, leyendo, trasladándome a otros sitios, con otros sentimientos, que son los mismos, todos hablan de la vida.

Albarracín nos espera, creo que este verano la casa seguirá esperándonos, quizá nos escapemos unos pocos, muy pocos días y disfrutaremos de ella y del lugar.

Después del verano, llegará a este Mundo, la nieta de Antonio, la cual esperamos con ansiedad.

La Vida se abre a la Vida, y eso es maravilloso.

Los vecinos casi no quedan...se van a los pueblos por lo tanto los ruidos que nos acompañan también han cesado, no se oye a casi nadie, es lo que tiene el Verano.

Si vuelvo la vista atrás no añoro nada, excepto las vacaciones de niña en la playa, con mis padres, mi madre leyendo a la sombra de la sombrilla y yo bañándome con mi padre, y luego él con la paciencia que siempre lo acompañó, jugando conmigo en la arena, haciéndome castillos, que bien los hacia!!!!!
El verano también me deja el gusto amargo de pensar en el final de la Vida de mi padre, pronto se cumplirán dos años que no esta. Ayer cuando volvíamos a casa le dije a Antonio que me parece mentira que ya hayan pasado casi dos años, sin verlo, sin besarlo, sin abrazarlo, sin ver su sonrisa, sin oír su cálida voz...tengo miedo a que se me “olvide” su cara, y sobre todo recuerdo, sus ojos, el último día que lo vi consciente...recuerdo su agonía corta pero angustiosa para quien lo queríamos tanto.

Luego me dí cuenta que no podía decirle eso a Antonio, yo he sido afortunada, he tenido a mi padre más de 50 años a mi lado, pero él perdió a su madre cuando tenia 8 años, e imaginarme su dolor es algo que no puedo hacer, ningún niño debería pasar ese dolor.

Pero he empezado hablando del verano, he pasado por la alegría, la enfermedad, la vida, la muerte, igual, exactamente igual que la Vida.

Os deseo un buen verano y a los que me leéis desde el otro lado, un buen invierno, mientras seguiremos en el patio.

martes, 11 de junio de 2013

LAS SEÑORAS DE...





Como bien dice el artículo de Carmen Puyó, muchos años han tenido que pasar de luchas para que la mujer pudiera disponer de su trabajo y su dinero, junto con su libertad, y ahora unas “señoras de...” vienen a convertirse en el paradigma de algo que pensábamos muy olvidado en el tiempo, pero no es así....

En el artículo se habla de mujeres con alto poder adquisitivo, pero en un mundo socialmente hablando, del llamado la clase media, se da mucho esa forma de educar a las hijas, ahora ha día de hoy. Sé muy bien de que hablo porque he vivido muchos años en él, aunque nunca me he sentido parte de él, paradojas de la vida...

Ahora esta de moda que las hijas estudien carreras universitarias, lo mismo que antes nuestras madres, no estudiaban nada más que sus labores y música, tocar el piano, vale para mucho...ahora se lleva tener a las hijas estudiando una buena carrera y algún año en el extranjero, saber idiomas, algún masters y sobre todo, hacer una buena boda, saben esas madres, principalmente son las madres las que llevan esas manipulaciones, los padres, ponen el dinero, porque esas madres no trabajan fuera de casa y en casa, poco, porque tienen “ayuda”, como decía saben, que sus hijas puede conocer en esos círculos universitarios a chicos de un buen nivel económico y buscan que se casen como han hecho ellas, pero mejor situadas. No quieren que estudien, para ser libres porque alguien que depende de alguien económicamente no es libre, pero eso es lo que prima en esa Sociedad.

Solo conozco un caso de una madre con dos hijas que les insiste que jamás dejen de trabajar ni aún que se casen con quién sea...que sigan siendo ellas por encima de todo, que nunca dejen de estudiar, de ser ellas mismas...un único caso en una sociedad de un pueblo grande, muy grande, con cierto poder adquisitivo.

Esa misma sociedad que cuando una mujer que no había trabajado nunca y que vivía, muy bien, pero no tenia nada suyo, todo era de su marido, cuando decidió dejarlo, fue criticada, acusada, dejada de lado, cargando unas culpas que en nada eran suyas. Y que en privado muchas de ellas le dijeron que había sido muy valiente, que ellas nunca lo habría hecho ni lo harían jamás, nunca dejarían esa vida “regalada” siendo señoras de... y que si un día sus maridos se iban, ellas tratarían de quitarles todo lo que pudieran...

Ella la que se fue, pensó que tenia más dignidad que todas ellas y se fue sin nada ni siquiera lo que le correspondía por Ley, solo quería salir de allí y volver a respirar y vivir.

Ahora tiene una hija, hija a la que le inculca esa libertad que solo una persona puede conseguir, y no depender jamás de nadie.

Años de luchas, de muertes para que sigan subastando a sus hijas, nos horrorizamos cuando en ciertas sociedades vemos que venden a sus hijas, aquí en ciertos círculos lo mismo, lo que cambia es la cantidad de dinero...y las formas, las formas son importantes...pero el fin es el mismo.

martes, 4 de junio de 2013

DISCUTIR O PELEAR.

 

Este comentario que voy a empezar a escribir no tendría razón de ser si las personas fuéramos más racionales, supiéramos donde terminan nuestros derechos y empiezan las libertades de la persona que tienes enfrente con la que estas hablando, y digo hablando, no discutiendo, porque hay gente que confunde ambos términos.

Tengo muy claro que el lenguaje, la conversación es lo primero y fundamental para entenderse, pero parece ser que todos no lo tenemos igual de claro.

En mi vida, he dejado de hablarme con muy poca gente, poquísima, y siempre habiendo agotado la vía de la explicación, el lenguaje, el habla...

Pero me he dado cuenta que hay gente que no sabe escuchar...una lástima, no sabe lo que se pierde y encima casi siempre coincide que esa gente, no quiere oír si no lo que ella quiere escuchar que no tiene que ser precisamente lo que es verdad.

El respeto en fundamental en todas las relaciones, el respeto al otro y el tuyo propio, una persona puede ser tolerante, educada, pero tiene un punto en el que no debe dejar seguir al otro.

La famosa frase: “Mi libertad termina donde empieza la de los demás “, por supuesto, no la conocen.

Y ahí llega el problema cuando a la otra persona le dices: oye, así no son las cosas.

Las cosas, porque en todo hay versiones, pero la mía tendrás que escucharla, si encima tienes la osadía de criticarme y contar lo que tu crees que he dicho.

Malo, ya has acabado, en vez de que la persona que tienes enfrente te escuche, y oiga tu versión de los hechos, da por buena la otra que en parte es inventada y en parte engrandecida, porque ya sabemos lo que pasa en en este País, va pasando de boca en boca y añadiendo de nuestra propia cosecha.

Lo fácil que sería escuchar y tratar de ponerte en la piel de la persona que esta hablándote con el corazón en la mano, con su verdad, y te dice que te habla de lo que sabe de lo que ha vivido, no de lo que le han contado, si no de lo que ha sido testigo.

Nada, es tal la impotencia que te entra, que es como si hablaras contra un muro, frío duro, y que encima se toma la libertad de decir que mientes y que va a seguir llevándote entre lenguas contando no lo que tu le has dicho, si no lo que cree haber escuchado.

Así se pierden amistades que no eran porque un amigo escucha y comprende y aunque no este de acuerdo contigo, te lo hará saber, pero no te criticará, un buen amigo te dirá: mira estas confundido, creo que es mejor tal o cual cosa, pero por último haz lo que quieras...es lo que yo le diría a un amigo.

Pero estas confusiones cuando llegan a la familia se convierten en tragedias, en familias rotas, en hermanos que no se hablan, en hijos que no quieren saber nada de sus padres, en padres que no ven a sus hijos, la lista es grande, en cuñadas que ponen “verde” a las cuñadas, entre dimes y diretes, se acaban las relaciones familiares, que pena¡¡¡¡

Ahora con las nuevas tecnologías este problema se ha ampliado...tienes a un familiar en el face, dices algo, él que por mucho que se crea que te conoce, no te conoce, confunde los términos, tira indirectas, se da por aludido cuando no va con él, y luego por más que le expliques no quiere entenderlo, hablas por chat, y es un monologo...tu cuando puedes respondes, pero él no ha leído tu respuesta.

Y luego cuando ya se ha cansado de escupir con el buen criterio de hacerlo por privado, porque tu se lo pides...te dice: y ahora te voy a borrar...entonces el abismo es más grande...no por favor, no lo hagas, que no estemos de acuerdo en algo, no quiere decir que no podamos hablar de más cosas, la vida no es blanca o negra, tiene colores, podemos hablar de muchas otras cosas, tratas de explicarle que tener diferentes puntos de vista de un problema que encima no es suyo, si no tuyo, no os hace “enemigos”, que retirar la palabra a alguien tiene que ser por algo muy grande, y más entre familia, nada, un Clip, y ya estas borrado. Se acabo la comunicación, se acabo hablar, saber diariamente la vida de tu familia, como cuando estamos en el patio, sin obligaciones, entras, lees, hablas, o no, pero sabemos unos de otros. Nada, estamos en un patio de colegio donde te dicen cuando se le tuerce “el morro”, ya no te ajunto. Pero es una lástima, somos adultos, y son familia. Una gran pena, que tengas más apoyo de gente que no es de sangre que los que deberían de serte leales.

Quizá es que igual que no saben conversar tampoco saben los términos tales como: educación, respeto, libertad, lealtad, fidelidad, amor, comprensión...y solo saben llevar y traer lo que ellos piensan que es la verdad, cosa que para mi solo tiene un nombre: alcahuetear, y eso es peligroso, y hace un daño gratuito y entonces pasa a llamarse: crueldad.