domingo, 20 de octubre de 2019

LAS DIFERENCIAS DE LA VIDA...




Ser una observadora de la vida, pasar muchas horas y días en casa, y mirar por una ventana te brinda la oportunidad de ver ciertos comportamientos de las personas.

Enfrente de mi casa, tengo dos pisos, uno lleno de jóvenes universitarios y a su lado, pared con pared, vive un anciano, solo.

Veo las diferencias horarias, la soledad de la persona que no sale a la calle y recibe no todos los días la compañía de una persona que le limpia.

Lo veo cerrar las ventanas muy pronto, excepto la de su sala que mantiene abierta toda la noche, se asoma...ve la calle, quizá mire las luces de enfrente, de otras ventanas y vea la vida de cada piso.

El otro piso es todo lo contrario, los jóvenes van y vienen, salen y entran amigos, casi todos los fines de semana tienen visita de otros jóvenes, vienen a traerles pizzas, se oye música, se ven las luces de las ventanas de todo el piso encendidas, es la juventud con su "disfrute" de la vida.

El anciano es el final de la vida, viendo como los días se alargan hasta confundir el día y la noche.

A veces pienso si oirá a sus vecinos, las risas, la música, la vida que se siente en esa casa igual a la suya, ahora tan vacía y si se acordará cuando en su casa había vida...Ahora sus hijos ya no viven allí, su mujer está en una residencia con esa enfermedad que deja sin recuerdos...y él con los noventa años cumplidos...que pensará? sentirá el pasar de los días...? deseará que la soledad acabe y descansar?

Mira por la ventana e imagino que ya ni a los vecinos conoce, menos a las gentes que ahora caminan por las aceras, sus vecinos ya no viven...o no están aquí.

Alguna noche coincidimos mirando de madrugada a la ventana pero creo que no me ve, yo quisiera que mi luz y mi ventana lo haga sentirse menos solo.

Y al igual que me alegra sentir la vida de un piso me duele sentir la sensación de la vejez y la dependencia junto con la soledad, del otro piso.

Seguro que los jóvenes no saben que viven al lado con un señor al final de su vida, quizá agradecería una visita, pero esos tiempos pasaron, los vecinos ya no se saludan ni en el portal.

Todas las mañanas veo sus ventanas abiertas y ventilando, invierno y verano, si se hace las nueve y no las sube, excepto la que siempre esta subida, me preocupo.  Y los otros, los jóvenes ni abren ni cierran ni ventilan ni nada...dos etapas de la vida...

Cada uno la vive como le corresponde...?


No hay comentarios: