jueves, 30 de junio de 2011

LAS MADRES



El sábado estuvo en casa un amigo, y como gran conversador que es, estuvimos hablando de muchas cosas, como casi siempre, pero en un momento dado la conversación, no sé como, derivó en las madres, él me dijo con una gran serenidad y aplomo que cuando llegará el momento del final de la vida de su madre, que no la lloraría, la penaría pero no la lloraría.

Le dije que era de admirar que sin ningún pudor reconociera eso con respecto a su madre, parece que no estamos educados y que socialmente no esta bien visto el no querer ciegamente a tu madre e incluso decir que no la vas a llorar cuando ya no esté contigo.

Así que desde el sábado le estoy dando vueltas a eso de las madres, es verdad que ser madre no quiere decir que ya tienes ganado inefablemente el cariño y el respeto de tus hijos, y que ellos van a ser tus grandes valedores, no, no es así.

Hay como en todo unas madres mejores que otras, desde luego. Vamos desde la madre que es capaz de asesinar a sus propios hijos porque su amante dice que le molestan, hasta la madre que está a tu lado sin avasallar tu propia vida y libertad a la que tienes derecho propio, vives tu vida y tienes en ella a alguien fundamental, tu madre. Pero no en todas las relaciones materno-filiales es así de sencillo.

Conozco un caso, no sé si extremo, pero desde luego para los hijos que tienen ese tipo de madre, es insufrible. Desde pequeños los ha sometido a su criterio, no iban de excursión con el colegio, no los dejaba montar en bici, no saben nadar...siempre los ha sobreprotegido, y además el motivo que les daba a los niños cuando fueron creciendo era el de que si a ellos les pasaba algo, ella que iba a hacer...egoísmo en grado superlativo, pero conforme han ido creciendo, el egoísmo de su madre también a ido en aumento.

Su adolescencia no fue nada fácil, a la niña la tenía acomplejada en vez de apoyarla, le decía constantemente que ella era mucho más guapa que su hija, porque la niña había salido a la familia de su padre. Eso para una chica en determinada edad puede ser muy doloroso.

El niño, como hombre, se fue a estudiar y salió un poco de la agonía que significaba estar todo el día en una casa donde todo absolutamente todo pasaba por su madre, ella decía lo que se debía de hacer, a quién visitar, que programa de la tele ver, elegía el cine que tenían que ver los sábados, la ropa que que tenia que llevar la niña, a la cual, nunca jamás, le dejo llevar pantalones vaqueros, decía que era impropios de una señorita, que marcaban lo que no debían...y hay estaba mi amiga, con esos vestidos ñoños que siempre le hacia llevar su madre, gracias a que siempre a sido una chica tremendamente dulce y cariñosa y con un gran afán en caer bien y sentirse querida y valorada, todo lo que en su casa no ha sido nunca.

Fueron años en los que su madre a la mínima se metía en la cama y se ponía enferma de los nervios, siempre los nervios, ha llevado a toda su familia al límite para ella estar siempre atendida, ha empleado su, después de muchos años, ya le puso nombre, depresión para seguir dominando a sus hijos, sobre todo a ella, a mi amiga.

Empezó a estudiar lo que entonces se llamaba Secretariado conmigo, pero su madre le dejaba claro una y otra vez, que no iba a trabajar fuera de casa, que no necesitaba ganarse el sueldo, ella no quería que descubriera que había un mundo fuera de las cuatro paredes de su casa.

Pero mi amiga en eso, en lo primero que se hizo fuerte contra su madre, (fijate lo que digo, hablo de su madre, como si fuera su enemigo...) no le dio el gusto. Al terminar sus estudios la propia Academia le buscó varios trabajos. Pero su madre le anulaba las citas e incluso en una entrevista de trab ajo se presentó ella sin avisar y le montó el número a mi amiga y al señor que le estaba haciendo la entrevista.

Hasta que mi amiga fue a una entrevista sin decirle nada, y la llamaron para ir a trabajar. Cuando ya se lo dijo a su madre, era un hecho consumado, su madre, como no, se puso enferma pero mi amiga había tomado la decisión, una decisión que para ella era un soplo de aire fresco...

Cuando su madre vio que poniéndose mala no podía lograr nada, le dijo a mi mi amiga, vale trabaja, pero todo el dinero que ganas lo estragarán en casa, para que yo lo administre, y tú no tendrás más que lo que yo quiera darte. Cuando les cuento esto a mis hijos, alucinan, pero estoy hablando de otros años. También mi amiga no tenía a quién recurrir, su hermano se fue de casa a estudiar fuera de su ciudad y no volvía...ni ganas y ella se encontró completamente sola, ante su madre.

Cuando encontró a un chico, en su lugar de trabajo, porque tampoco salia sola de casa, su madre se opuso a la relación, un día sí y otro también. Mi amiga lo pasó muy mal, pero con la determinación de seguir con él. Se casó con escasos 20 años, yo siempre he pensado que si en realidad el trato en su casa hubiera sido otro, si se habría casado tan pronto y con él.

Se fue de casa pero no se independizó de su madre, a la cual la tenía siempre metida en su casa, y diciéndole lo que tenia o no tenia que hacer...y creándole obligaciones nuevas..

Los años se fueron sucediendo, y cuando mi amiga tuvo problemas con su marido, intentó decírselo a su madre, la cual no quiso saber nada, le dijo que no le contara nada y que viviera lo mejor que pudiera, pero con él. Qué madre,no? No querer saber que es lo que le sucede a tu hija.

Un día, mi amiga, ya desesperada, se fue a casa de su madre, diciéndole que no podía más, que había dejado a su marido, entonces su madre lo llamó a él, y le dijo a su hija que se fuera con su marido...ni siquiera le pregunto que le sucedía. A mi amiga le dijo que no podría soportar que se separará y entonces no podría ver a su nieto todo lo que quisiera...siempre ella y su egoísmo.

Podría seguir contando cantidad de cosas que le han sucedido a mi amiga, y como ha respondido su madre...pero sería demasiado largo.

Sólo os diré que por fin se armó de valor, y se divorció, se lo dio a su madre como un hecho consumado, todo lo que debió de pasar mi amiga, sin tener a nadie a quién decirle nada.

El divorcio fue la gota que colmó el vaso de su madre...la insultó, la humilló, le dijo...mi amiga se mantuvo firme. Entonces su madre vio una salida...su hija se iría con ella, y así la tendría como siempre a querido, sometida y sin vida propia. No lo consiguió, mi amiga a preferido tener una vida con menos recursos, pero por fin, un poco, alejada de la influencia de esa madre, que como le dijo una vez, que estuvo mi amiga ingresada, su compañera de cama, oyendo todo lo que su madre le decía ,aún estando enferma y hospitalizada...con una madre así, no necesitas enemigos.

Nunca se lo he preguntado a mi amiga, ni lo haré, pero llorará a su madre? Lloraríais vosotros?

1 comentario:

La yaya asumpta dijo...

Pues,vaya madre.Yo,ni una lagrima por esa..Y,mejor que este lejos de esa persona bueno,ni es persona.Esa mujer esta enferma de la cabeza.Todo lo que a tu amiga le ha pasado, es culpa de SU MADRE.Para mi, malisima.XDios!!!En fin,que le vaya bien a tu amiga!Las madres normales no son asi,siempre quieres lo mejor para tus hijos!!