domingo, 26 de enero de 2014

NO TIRAR LA TOALLA




Es difícil, no digo que imposible, pero es muy difícil cuando tienes todas las esperanzas puestas en una nueva medicación, que es tan peligrosa que el especialista al recetartela te dice: ahora tienes dos enfermedades graves, la que padeces, en mi caso la AR y ahora también eres una persona INMUNOSUPRIMIDA, lo cual quiere decir que tus defensas casi no existen, que tu sistema inmunologico esta bajo mínimos e incluso a “olvidado” las enfermedades que has pasado y para las cuales ya no estabas expuesta, como el sarampión, la varicela, todas enfermedades que hayas tenido.

Asumes los riesgos, en mi caso con muchísimo miedo, reduzco mis pocas salidas a sitos cerrados, y semana a semana me someto a inyectarme mi biológico y la enfermera el Mtx. Aparte de mis nueve pastillas diarias para poder hacer...que?

Tengo menos dolor, si no lo dijera mentiría, menos inflamación, pero no me encuentro nada bien, cuando me inyectan el Mtx. El jueves por la tarde, mi vida “normal” se ha acabado...hoy es domingo y aún no puedo conmigo misma.

Cuando le digo al especialista que no me va bien, me dice, que insista, que es bueno, que tal o cual, pero la que sufre las consecuencias soy yo.

Tenía que tener ya la próxima cita, y por supuesto para seguir con la racha que lleva Sanidad, aún no tengo fecha, mientras, semana a semana, tengo tres días y medio mejores y el resto, horrorosos.

¿Merece la pena la riesgo? Es una pregunta que pienso que nos hacemos todos los que estamos sometidos a estos tratamientos. Sé que la AR, no me puede matar pero la medicación para controlarla, sí.

Pero llegados a un punto no hay vuelta atrás, solo tienes que seguir adelante y confiar en no tener ninguna complicación grave. No puedes hacer nada, solo vivir, yo nunca he tenido miedo, siempre había vivido con el riesgo de la enfermedad pero sumado ahora el riesgo de la medicación me esta llevando a unos límites de ansiedad, sufrimiento y miedo, que son difíciles de llevar.

Tengo a mi familia agobiada, antes no me quejaba, tan apenas, pero ahora siempre estoy pensando que me voy a “pillar” algo, y no quiero que el miedo domine mi vida, no puedo permitírselo, ni quiero ser una persona quejica antes de que suceda nada, ni tener obsesión de la enfermedad, pienso que yo he nacido enferma entonces no me ha costado, bueno sí, pero he ido poco a poco acostumbrándome a mi estado, que cada vez empeoraba un poco más. Y ahora tengo que aprender a vivir con esta nueva enfermedad, eso es todo y mucho. Poco a poco los miedos, darán paso a la esperanza, y a la mejoría, eso espero, y no pienso tirar la toalla, aunque a veces es lo más fácil y lo que mejor haría.
 
 
 
 

 


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