domingo, 19 de mayo de 2013

SOY REPUBLICANA




El otro día un comentario mío sobre un dictador recientemente fallecido, y lo que me contó una persona que vive y es del mismo País, me hizo recapacitar sobre lo poco que llegamos a conocer las cosas, si no las vivimos en primera persona, sé por los libros, por las noticias, pero no he vivido el día a día, también fui calificada como izquierdosa y aunque no tengo porque esconderme de mis inclinaciones políticas, soy tremendamente respetuosa con las creencias religiosas y políticas de todos, por eso en mi patio, hay varios credos e imagino que votantes de diversos partidos políticos.


Pero soy algo diferente a una mujer de izquierdas, soy REPUBLICANA, quizá hay que haber nacido en España, es diferente a ser de izquierdas y pienso que no se diferencia el término de no haber vivido lo que hemos vivido.


Quiero empezar diciendo que también hay que vivir en tu propio País para entender un poco mejor o un mucho todo. La gente que no es de España, habla de la Guerra Civil, o bien por ideología, o por militar o por lo que ha leído, y según quién escribe ya sabemos hacia que lado inclina la Historia.


Voy a contar una pequeña historia de una familia normal, la mía, pero que es representativa de lo que ha pasado en España, durante la dictadura franquista, porque por mucho que les pese a muchos, fue eso un DICTADURA.


En mi casa no se hablaba de política, jamás, pero en mi familia había unos familiares que cuando se hablaba de ellos, siempre en voz baja y a escondidas, y eran un capitán del ejercito republicano, uno de los últimos en abandonar España, cuando recibieron la orden de disolverse y salir por sus propios medios, porque si se quedaban les esperaba como menos, una tortura en las cárceles franquistas o como la mayoría, un fusilamiento al amanecer en cualquier pared...salió junto a un hermano, teniente del mismo ejercito, y llegó a Francia. Cuando allí se enteraron que a un hermano de ellos y a su mujer, los asesinaron por venganza por tener hermanos en el “otro bando”, y que a la mujer del teniente, embarazada, la habían encarcelado, este volvió a pesar del miedo, no sirvió de nada, lo encarcelaron un montón de años, y su mujer dio a luz en la cárcel a una niña, niña que le arrancaron de los brazos y jamás volvió a ver, sería dada como tantos niños, a una familia adepta al régimen franquista. Los asesinados ni siquiera tuvieron una tumba, como tantos otros, que no saben, donde están sus huesos y ni un nombre tienen.


El Capitán cuando empezaba a recuperarse empezó la Segunda Guerra Mundial, y fue al frente, cuando lo hirieron y no pudo seguir, se alistó en la Resistencia, y lucho por la libertad, con la firme esperanza de que cuando llegaran los aliados entrarían por los Pirineos...cosa que no ocurrió y nos condenó a casi 40 años de amarguras, miedos, muertes, amenazas, retraso, a todo malo y nada bueno, por mucho que algunos se piensen que la dictadura trajo algo bueno a este País. Volvió a España cuando Franco hizo una especie de “indulto” para que pudieran regresar, pero no por su gusto si no por su mujer que tenia familia en Zaragoza, pasaban unos días todos los años, pero él no se sentía a gusto, sabia que se cruzaba por la calle con quién probablemente había denunciado a su familia, al final murió en Francia, País que lo acogió..


En otra parte de la familia, cuando entrabas al salón en una mesita camilla, había una gran fotografía con un marco de plata y un hombre vestido de militar, joven. guapo, capitán también, muerto en alguna estepa rusa, miembro del ejercito sublevado y de la División Azul. El marco contenía en un borde un trocito de la bandera de España, en la esquina. Y delante de la foto había tres cajitas con tres medallas, me imagino que al valor, a mi me atraía verlas, mirarlas, pero no podíamos tocarlas, siempre estuvo presidiendo ese salón, y su madre y su familia hablaba y lloraba con orgullo, podía hablar de su muerto, cosa que en otras casas no podían hacer, ni llorar ni hablar ni una madre podía poner la foto de su hijo caído por luchar contra un ejercito insubordinado con el orden político que estaba completamente legalizado en este País, la República, votada mayoritariamente, con unos derechos como no se habían conocido antes.

Y un hombre, dicen buen estratega militar, dio un golpe de Estado y con parte del Ejercito y ayudado por los fascistas que gobernaban parte de Europa, hundió a un País y acabó con todos los derechos tanto políticos como humanos.


Matrimonios civiles fueron anulados, hijos nacidos de esos matrimonios, fueron declarados ilegales, las mujeres volvieron a salir solo a misa, podía seguir pero son muchos los recortes que la dictadura franquista quito a este país, derecho de huelga, derecho de reunión, prohibió partidos políticos y Sindicados obreros, tantos y tantos derechos pisoteados, Podía seguir con las condiciones de vida que cambió la República en este País, como el voto para las mujeres, por primera vez en la historia, hay muchas que no voy a relatar porque no soy una experta en el tema, pero están escritas y se pueden leer, nada me invento.


Dicen que en la guerra todo vale que es matar o morir, los dos ejercitos hicieron lo que hicieron para ganar. No lo disculpo. Una vez leí que la peor guerra es una entre hermanos, los mismos habitantes de un País, eso genera odios, rencores, muy dificiles de olvidar. No hay que olvidar que no había un enemigo de fuera, si no un hermano, amigo, un español contra otro.


Cuando el ejercito insubordinado, se hizo con el poder, aquí no acabo la guerra, aquí en España empezó el terror, aquí no hubo ganadores y perdedores, aquí hubo vencedores y vencidos.


Y así estuvo Francisco Franco y sus secuaces gobernando este País como si se tratara de su finca, que al fin y al cabo es lo que era.


Años de represiones, de miedos, de detenciones y de asesinatos, no les tiembla la mano a ningún dictador para firmar unas sentencias de muerte, solo porque no piensan como él. No tienen argumentos, solo el poder de avasallar y matar.


Esto no quiere ser una lección de historia, si no, que si me lee alguien que no es de España comprenda un poco mejor lo que ha significado la guerra en este País, ya casi no quedan personas vivas, pero yo he escuchado a muchos republicanos, llorar por la impotencia de pensar que acabaria pronto, que llegarían y nos “salvarian” igual que hicieron en el resto de Europa, cosa que no ocurrió y poco a poco comprendieron que el dictador, moriría matando, como así ocurrió.


Aquí no se juzgó a nadie, nadie ha pagado nada. No solo eso si no que el dictador, nombra a una persona, en este caso a un rey, para sucederle, y lo votan las Cortes franquistas, que legitimidad tiene? Lo primero que hace es decir que nadie será juzgado por lo pasado...eso para los franquistas claro, y luego le da un título nobiliario Duquesa de Franco a su viuda, ahora heredado por su hija y luego heredado por sus hija...Algo insólito, en este País, que dicen que es diferente, tenemos y vivimos con la familia del dictador y con la real...


Un juez ha intentado “mover” este asunto y ha sido incapacitado para seguir...a muchas personas no les interesa que siga adelante, así no se puede avanzar, aunque ya no estén los padres ni los abuelos, las familias siguen teniendo privilegios que no son suyos, son robados.


Por eso soy REPUBLICANA, porque para mi no tiene ningún valor este rey puesto por un dictador, porque una vez muerto el perro se acabo la rabia...porque después de morir el dictador, debería de haberse instaurado la República, que es la gran perdedora de esta historia, la quitaron a la fuerza, y nadie la nombra, o pocos, ahora con los escándalos del rey y familia, parece que hay más voces en contra.


Somos una generación nueva, que hemos nacido en la dictadura, y nuestros hijos que han nacido en democracia, saben que hay muchas heridas abiertas que no se cerraran facilmente y menos mientras siga habiendo un régimen político a todas formas, impuesto por el dictador.


Hace muy pocos días leía que los nietos de los judíos “marcados” al entrar a los campos de concentración, se estaban tatuando el número de sus abuelos, para no olvidar, pues eso, no olvidemos¡¡¡

También he leído alguna vez que para curar las heridas de una guerra civil hace falta que pasen generaciones, quizá un día los futuros españoles no tengan en su memoria todo el horror que nosotros, sin haberla vivido, la hemos escuchado. Y hemos visto plazas, calles, monumentos del dictador, aún quedan...y también en todas las iglesias del País, en todas, había un monumento con los nombres de los caídos del bando nacional, los insubordinados...y los otros, los que defendieron con su vida la legalidad, muchos de ellos enterrados sin nombre, y a día de hoy sin encontrarlos sus familias...que pena, que vergüenza, que horror.


No es un declaración política, simplemente no quiero equivocaciones, digo en mis escritos, mis libros favoritos, mis películas, poesías, música, y ahora también para evitar nombres diferentes hago mi declaración política y me nombro como lo que soy, REPUBLICANA.


Y pido mi derecho a serlo y mi respeto a ser lo que quiera igual que yo respeto lo que cada uno piense y quiera ser.



Aquí dejo un artículo de Arturo Pérez Reverte sobre la División Azul, que con sus palabras explica mejor lo que somos en este país, llamado España.





Patente de corso


Recordando Krasny Bor



Mi abuelo paterno, que era uno de esos republicanos de antes, cultos, viajados y con biblioteca, escéptico como todo hombre sabio, solía repetir una frase que yo, de pequeño, no alcanzaba a penetrar del todo: «Los españoles sólo servimos para salir en los cuadros de Goya». No fue sino más tarde, cuando leí libros, viajé y me familiaricé con cuadros como los del 2 de Mayo en Madrid o el Duelo a garrotazos, cuando comprendí a qué se refería mi abuelo, y por qué, entre todos los pintores españoles, utilizaba a Goya como clave lúcida. Como amarga referencia.

Hace unas semanas hice un experimento. Se cumplían 70 años de la batalla de Krasny Bor, cerca de Leningrado, donde 5.000 españoles de la División Azul encajaron el ataque de dos divisiones soviéticas integradas por 44.000 hombres y 100 carros de combate: una compañía aniquilada, varias diezmadas, oficiales pidiendo fuego artillero sobre su propia posición por estar inundados de rusos. Abandonados a su suerte, durante todo el día pelearon como fieras, a la desesperada. Casi la mitad murieron o desaparecieron, pero frenaron a los rusos, les hicieron 10.000 bajas y obtuvieron de Hitler este comentario: «Extraordinariamente duros para las privaciones y ferozmente indisciplinados». Y, bueno. Tales son los hechos y así los conté en la red social Twitter, donde recalo algunos domingos, añadiendo que entre los divisionarios no todos eran voluntarios falangistas, pues también había ex combatientes republicanos y gente que se alistó por hambre o para ayudar a algún familiar encarcelado o en desgracia. Añadí que la causa que defendían era infame, pero eso no alteraba el hecho básico: eran compatriotas, estaban en el infierno y pelearon con bravura admirable. «Quienes nos gobiernan deberían prestar atención a esas cosas -escribí-. La Historia ha probado mil veces que no hay nada más peligroso que un español acorralado».Lo interesante vino luego: tres mil opiniones de tuiteros. Yo había mencionado un hecho histórico, destacando un coraje y una tenacidad independientes de tiempos o ideologías. Algo que ocurrió y que está -debería estar- en los libros de Historia por las mismas razones que la toma de Tenochtilán, el saco de Roma o la liberación de París por los republicanos españoles de la Nueve. Y sin embargo, no pueden imaginar la que se lió en Twitter: los insultos y descalificaciones entre quienes discutían. Algunos me incluyeron, claro. Eso fue lo más revelador: ultraderechistas acusándome de rojo por haber calificado de infame la causa que la División Azul defendía en Rusia, y ultraizquierdistas acusándome de facha por hablar de la División Azul en vez de sepultarla en el negro olvido. Y entre unos y otros, docenas de tuiteros tirándose los trastos a la cabeza con argumentos ideológicos, orillando el hecho principal: el episodio histórico, su épica objetiva y su interesante consideración. La Historia, en fin, que no es buena ni mala, sino llave para comprender el pasado y el presente. Y a veces, para prever el futuro.Así que una vez más recordé las palabras de mi abuelo. Pensé en Goya. En ese cable suelto que los españoles llevamos sumergido en bilis en algún lugar del corazón. En ese rencor cainita, desaforado, siempre dispuesto a simplificar el mundo en un estúpido nosotros y ellos. En esa necesidad nuestra, no de vencer y convencer, sino de vencer y exterminar al vencido. Borrar hasta su huella. Fusilar al que levanta las manos, en vez de ofrecerle un pitillo y mirarlo a los ojos. Prueben a elogiar en público el valor de moros y cristianos en Las Navas, o el de republicanos y nacionales en El Ebro. Saltarán voces criticando la igualdad de trato, la falta de etiqueta diferencial, la ecuanimidad ante el valor y el sacrificio, como si éstos tuvieran que depender de ideologías para ser admirables. Nadie puede ser admirable si no pertenece a mi bando, es la lectura final. Esto repugna y entristece, porque no es de ahora. Pese a lo que afirman los tontos, no lo inventó Franco, ni la República: viajemos a la Dictadura, a las guerras carlistas, a Fernando VII, a la Inquisición. En pocos lugares de Europa hubo tanta saña y tanta vileza. Mientras en otros países -también en eso envidio a Inglaterra- la inteligencia o el valor del adversario son a menudo motivo de admiración y respeto, en España no hacen sino aumentar la envidia; la ira de quien, una vez dueño de la trinchera, remata la faena con toda clase de vejaciones introductorias al tiro en la nuca. Tiro que, por otra parte, aplica con más entusiasmo quien nunca corrió riesgos antes. Quien más lejos anduvo, durante el combate, del verdadero campo de batalla.

1 comentario:

Gloria V Nijensohn Stokol dijo...

Querida Isabel,
Hoy he leído tu interesante columna junto con el ensayo de Perez Reverte y ambos me han invitado a volcar también algunas de mis reflexiones.
Ante todo, aclaro que como tú yo también soy Republicana, amante de la libertad , la tolerancia y el respeto de los derechos humanos e imagino bien de quién hablas cuando mencionas la muerte reciente de un dictador. De hecho que muy a menudo me pasa que viviendo en USA intento explicar a un ciudadano de aquí lo que es y era esa Argentina de donde vengo y no creo que lo llegan a comprender, en especial aquellos que no hablan el castellano . Porque como bien dices, es muy cierto que para poder comprender de lleno la situación de un país hay que vivir sus realidades , hablar el idioma de sus habitantes , leer sus periódicos y por supuesto también ir de compras al mercado.
Así es que me quedo consternada cuando alguien me pregunta :
"Why don't you like Mrs. Kirchner ? She seems so progressive ! "
Es entonces que no sin un dejo de irritación les respondo que si quieren les expreso mi desacuerdo con la respuesta corta y resumida, o la larga y detallada.
Encuentro así desde los receptivos hasta los que inmediatamente cambian de tema porque no comprenden que lo que hay ahora en Argentina no es dictadura pero tampoco es democracia.

Te cuento que acabamos de regresar de un viaje a Polonia y Ucrania. Tanto a mi esposo como a mi nos interesa mucho la historia y siendo ambos judíos no hay día del que no hablemos del pasado y presente de nuestro pueblo. Viajar a Europa del este, desde donde emigraron nuestras familias va entonces ligado a un despliegue emocional en el cual el tema del Holocausto es omnipresente.
Visitamos Auschwitz, Babi Yar, plazas, cementerios y memoriales de deportación en Cracovia, Lviv, Kiev y Odessa , en cada lugar dejamos piedras y flores en señal de respeto.
Y te diré que aunque lo que vimos y sentimos fue una culminación de años de lecturas , charlas, visitas a museos y películas , no hay nada que equipare al estar parados en los lugares donde tan terribles eventos tuvieron lugar. Te deja con una gran aflicción.
En algunas ciudades recurrimos a la ayuda de guías locales para comprender mejor la historia de cada lugar y tuvimos suerte de encontrar gente muy preparada que nos llenó de información y anécdotas. En varias ocasiones cuando trajimos a colación el tema del colaboracionismo ucraniano durante la invasión alemana oímos las explicaciones que si bien no trataban de justificar atrocidades al menos intentaban explicar que la historia tiene dos caras y que los ucranianos también sufrieron terriblemente la opresión estalinista y al principio vieron en los alemanes a sus liberadores.

En cuanto a lo de la otra cara de esta moneda , no es posible para mí aceptarla porque las atrocidades no tienen justificación y tenemos muy en claro que estamos vivos solo por un accidente histórico. De haber estado en algunas de esas ciudades hace solo 70 años , hubiéramos sido aniquilados como los millones de judíos que lo fueron.

En cuanto a la guerra española, me interesa desde los años de mi adolescencia , no por una sola razón sino por muchas. Leo todo libro sobre el tema que cae en mis manos y lo comento luego con mi familia. Incluyo también películas y series de la RTVE. En cuanto al relativismo te puedo contar que hace unos años fui con mi hija menor a Barcelona y estando en la Casa del libro pregunté al vendedor cuál historia de este conflicto de hermanos me recomendaba y él sonriendo de manera enigmática, respondió "Todo depende de qué lado esté usted …"
Al final terminé comprando la de Hugh Tomas que parece ser la más neutral porque irónicamente su escritor no es español.