domingo, 3 de noviembre de 2013

LA MALA EDUCACION-II

 

Al hilo de un artículo de Elvira Lindo, que pongo debajo de este texto, he pensado mucho en él.

Hace años que no voy a casas donde hay niños, pero en el tiempo en el que El Zaguán, estuvo abierto, me vi en varias situaciones “comprometidas” por el mal comportamiento de los hijos y las risas y contemplaciones de los padres...

También una pareja que nos visitaba con cierta frecuencia, si hubiera sabido que preferíamos que no entraran en el local, no se lo hubieran creído, dos gemelas, 4 años, chillando, gritando, maleducadas hasta decir basta, con un padre que las cría, por no tener trabajo, pero que no las educa, no sé si es porque él no tiene educación, y una madre que se siente culpable de no verlas y cuando esta con ellas, son el Universo, esas niñas valían para un estudio de como no deben de ser los niños.

Ahora puedo hablar, dirán algunos, porque tengo mis hijos mayores, pero una cosa es cierta, mis hijos se han comportado siempre bien, en público, quizá solos en casa, uno se relaja, pero jamás me han avergonzado, siempre les decía si me llaman del colegio por malas notas, habrá que esforzarse mucho más, pero si me llaman por mal comportamiento, va a ser tal la vergüenza que me vais hacer pasar que no sé como voy a reaccionar, sentiré que mi confianza en vosotros a desaparecido, dejaré de defenderos, como así ocurrió, que tuve de defender a mi hija de un profesor que no hizo bien su trabajo. Pero siempre con la verdad y con la razón y con testigos de que mi hija nunca y digo nunca le dijo nada, siendo que bien podía haberlo hecho porque ya era mayor, pero le dije: a ese profesor, le voy a decir YO delante del claustro lo que le tengo que decir, para que a ti no se te ocurra decirle nada.
 
Hay situaciones en la vida con niños en los que nosotros como padres sabemos donde podemos ir, he dejado de entrar a restaurantes porque eran demasiado “serios” para ir con niños, he acudido a exposiciones de cuadros desde bien pequeños para que se acostumbraran a respetar las filas, a esperar tu turno, a no tocar nada, a no pararte demasiado, porque si no, molestas a los demás, son pequeñas cosas que van haciendo un gran bagaje que es parte del que necesitan para ir marchando solos.

No hay niños pequeños ahora en la familia, pero como gran observadora que soy, me siento en el paseo y veo a nietos convertidos en verdaderos tiranos con los abuelos, exigiendo, peleando, pegando patadas, y ellos aguantando como pueden la rabieta del nieto...pienso que ahora hay un gran numero de abuelos que están con sus nietos, más del tiempo “normal” por lo tanto deberían no solo cuidarlos si no educarlos, pero claro, educar, no es fácil, decir NO no es fácil, y no es su tarea, pero tenia que haber más conexión entre padres, abuelos y niños para que ellos, los niños tengan unas reglas y se cumplan.

Cuando a mi casa venían niños, tenia que “recoger” muchas cosas, pero cuando yo he ido con mis hijos a otras casas, me he encargado de que no tocaran lo que no debían, los dueños de la casa no tienen que aguantar que los padres se crean que tienen una maravilla de niño, y que gracia hace cuando tira la comida por el sofá o la bebida o toca todos los objetos de decoración, los miran con adoración, como si eso fuera lo mejor que pueden hacer por ellos, o cambian o flaco favor les están haciendo, esos niños, se convertirán en adolescentes sin normas y eso lleva a delincuencia, no quiero ser catastrófica, pero es lo que estoy viendo, observando.

Os pongo otra entrada de mi blog en el que explico algo que paso con unos padres y una conversación con un cliente.
 
 
 
 
 
LA MALA EDUCACION-I
 



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