martes, 26 de noviembre de 2013

UN PUESTO DE TRABAJO

 
 
En días pasados, la comisión que salió elegida para buscar a un nuevo portero de mi comunidad que tiene unos trescientos propietarios, nos reunimos, para hacer una entrevista a once candidatos.

Once historias, once ganas enormes, once necesidades. Oímos contar en el poco tiempo que se les dedicó a cada uno, un poco de su historia, vimos su curriculum, y poco más.

Conforme pasaban los candidatos, me encontraba peor, teníamos el destino profesional y la vida familiar de once personas, quizá alguna o más de una, no tendrá otra oportunidad en los tiempos que corren...

Ninguno de ellos preguntó cuando se ganaba...lo importante era conseguir un puesto fijo.

Al final, cuando los candidatos se habían ido, llego la decisión...de siete personas que habíamos sido elegidas y el Administrador, solo dos tomamos notas...los demás no se acordaban si les gustaba el candidato número uno o siete...así no se pueden ni se deben hacer las cosas.

Luego, tras deliberar, no mucho, elegimos a cuatro, teníamos que presentar a la Junta general tres, así que uno menos...

Y de pronto, alguien dice: no lo llevamos a la Junta General, lo elegimos nosotros...el administrador dice: para mí, mejor, menos trabajo, cuando él cobra aparte por las reuniones, incluso el recibo de aparcamiento...y yo soy la única que digo que no, que no podemos, que hemos sido elegidos SOLO para la selección, ni caso, dos personas mayores, dos chicos jóvenes, dos hombres de mediana edad no querían “perder” el tiempo en una nueva reunión. Insisto, me quedo sola, ganan ellos.

Entre dos candidatos, se vota a mano alzada y hay empate ya que uno se abstiene y el Presidente no quiere ejercer su derecho a votar por segunda vez.

El administrador, dice, pues este!!!!!El que él quería desde el principio, porque yo como una espectadora me daba cuenta que va manipulando a los demás hasta llegar al candidato que él quería.

Por tres veces hice constar mi desacuerdo con las formas, incluso dije que si me hubieran dicho que tendría la responsabilidad de elegir a un trabajador para la comunidad habría rechazado el ser seleccionada.

Volví a casa con su sabor amargo, no dormí bien, demasiada responsabilidad, que tenía que ser repartida entre todos los propietarios.

A la mañana siguiente le pongo un correo al administrador, explicando punto por punto porque esa selección no es válida y luego lo llamo por teléfono.

Me dice que lo ha llamado el Presidente y ahora quería hacer valer su derecho al segundo voto, y le ha dicho que ya no puede ser, que vamos a ir a lo que le había dicho desde el principio el día anterior: reunión de la junta general de propietarios.

Os parecerá una tontería pero me quedé mucho mejor, más tranquila, como con el deber bien hecho. Que decidan todos a quién quieren de los dos candidatos, las condiciones, todo.

Me dí cuenta de lo poco que nos importa, casi nada de los demás, no sé si tendrán muchos quehaceres, pero la responsabilidad es lo primero. Parece ser que no es así.

Me he dado cuenta que tampoco me gustaría trabajar haciendo entrevistas de trabajo, me duelen las historias, veía los nervios en las manos, la angustia en los ojos, la necesidad de un trabajo, y saber que todo depende de ti, no, no querría esa responsabilidad, me afectan mucho los problemas de los demás, voy más allá de la breve entrevista, pensaba en las familias, en la necesidad, en la edad de algunos candidatos, en qué quizá sería su última entrevista, porque por la edad, ya no los van a llamar a trabajar...Una pena en estos tiempos tan malos que estamos viviendo.

Una persona será feliz, una familia será la afortunada de tener un trabajo fijo, nada cansado no mal pagado, y sobre todo, la seguridad de cobrar todos los meses. A primeros de mes, recibieran el mejor de los regalos en estos tiempos: un trabajo fijo. Enhorabuena al elegido!!!!



 

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